El gato cae por las escaleras sin hacer ruido by Federica Larraín

autor:Federica Larraín [Matte, Federica Larraín]
La lengua: eng
Format: epub
editor: Cuarto Propio
publicado: 2022-07-25T00:00:00+00:00

Diario de Amelia

«junio

Esa noche será nuestra. Prometo no contar lo que pasó. Por primera vez, esa noche será completamente nuestra, mía. Porque las cosas que pasaron me hicieron cuestionar tantas cosas, me hicieron volver a pensar. Dónde quiero estar, cómo quiero amar, a quién, qué tan libre estoy, qué tan libre estás, qué tan libre quiero estar.

Y, al mismo tiempo, siento todo mi miedo. Porque para empezar algo se debe tener mucho coraje, porque se estaría renunciando a mucho. Por primera vez, lo entiendo de verdad. Tengo cosas que perder, que no sé si quiero perder, pero también quiero hacer cosas y no puedo.

Es mucho más de todo lo que nos imaginamos.

Es volver a preguntarme a qué tanto me acostumbré que no era yo, qué tanto he ganado con no ser yo, qué costumbres adquirí, qué ideas gané, que libertades perdí, que esclavitudes acepté.

Quién soy dentro de las cosas que fui.

Pero esa noche será nuestra y solo nuestra. Esa noche fue como una promesa. Poder compartir tanto, por primera vez, sin tanta vuelta. Honestas, sacándolo todo.

Por primera vez no me quedo con dudas, sino con certezas. Sé lo que quieres, sé cómo te sientes con respecto a mí y la intensidad de eso. Eso me hace comprender mejor quién soy, qué quiero, qué dejo de querer.

Y, al mismo tiempo, me habita una sensación contraria. Un grito ahogado al fondo de mi garganta que me suplica que espere un poco, que aún no me conozco bien, por mucho que crea que sí.

No sé el porqué de ese grito, de ese temor. Es contradictorio. Me lo pregunto una y otra vez. No logro encontrar la respuesta. Tal vez no la tenga. Tal vez no existe.

Quiero aprender a estar. A ser sola, a disfrutarme sola, aprenderme a estar sola, a no tener que darle explicaciones a nadie, a sufrir sola.

Quiero todo eso, pero no quiero herir a nadie. Ese es mi problema.

Que el mundo pare de girar. Estoy mareada.

No creo estar lista aún para enfrentar lo que venga, las consecuencias de mis acciones. Pero sí quiero que sucedan las cosas, que sucedan de una vez. Parte de saber movilizarse por la vida es saber lidiar con el después. El no temerle a las discusiones. El no temer ser derrotado, fracasar.

Le tengo mucho miedo a perder.»

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